martes, 9 de febrero de 2010
Orgullo
Hasta hace poco yo me había convertido en cualquier cosa. Estaba cada vez más cerca de convertirme en un envase vacío y en el camino perdí muchas cosas. Entre estas perdidas, la que más me dolió fue la del Orgullo.
Yo siempre le prestaba importancia sobremanera y gracias a ello estaba bien. Nunca me rebajaba y seguía fielmente Mi código de honor. Algo cambió eso y perdí todo lo que siempre había defendido.
No me arrepiento, nunca me arrepentí de nada, ya que de los errores se aprende. Desear que algo no hubiese pasado es negar el aprendizaje de cada día, pero a veces es irremediable el no desearlo.
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