martes, 9 de febrero de 2010
Esto debe ser amor
Me gusta el olor a lluvia, porque es como si estuvieras aquí, aunque en realidad no estás. Me gusta, porque me recuerda a ti. El olor a lluvia me hace pensar cuando te fuiste, y eso me hace sentir un poco mejor porque, sin quererlo, me recuerda que, al igual que un día viniste con la lluvia para quedarte, puede que las próximas lluvias te traigan de vuelta. Entonces, cuando llueve y estoy sola, pienso por dónde estarás, que estarás haciendo o con quién estarás durmiendo. Y me imagino, cruzando los dedos por detrás de la espalda, que con un poco de suerte, el olor a lluvia te hará pensar en mi. Porque yo también tenía olor a lluvia en tus recuerdos.
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